5 diciembre, 2024
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Grecia Gutiérrez se reencontró el lunes pasado con Luz, su hija de apenas cuatro meses de vida, en el hospital Gumersindo Sayago, en la ciudad Capital.

“Compartimos con alegría la noticia de que una paciente, quien ingresó a nuestra Unidad de Terapia Intensiva tres días después de dar a luz, debido a su estado de alto riesgo, ha logrado superar una etapa crítica tras tres meses y medio de internación”, celebraron desde el hospital, a través de las redes sociales.

En rigor, Grecia, 22 años, ama de casa, oriunda de Frías, departamento Choya, tuvo una complicación en su embarazo: el 17 de julio pasado le hicieron una cesárea de urgencia. Le subía la presión y los médicos no podían estabilizarla. El diagnóstico: preeclampsia.

Silvina Álvarez, su tía, recordó que “fue muy duro para toda la familia verla en el estado en el que estaba”, en diálogo con el equipo de Nuevo Diario.

A Grecia la preeclampsia le afectó los riñones, los pulmones y el corazón. Cayó en un estado grave y fue derivada a la Unidad de Terapia Intensiva del hospital Gumersindo Sayago.

“En un momento, los médicos nos dijeron que ya no había nada más para hacer y que estemos preparados para cualquier cosa, porque estaba muy mal”, rememoró Silvina, entre lágrimas.

A todo esto, Luz -sietemesina- estuvo internada en el hospital Regional. Lara, hermana de Grecia, se encargó de cuidarla.

“Al ser tan chiquitita tuvieron que internarla en el hospital Regional para que recibiera toda la atención médica que necesitaba. Estuvo casi dos meses en incubadora, no la podían levantar”, explicó Silvina.

La situación “tocó muy de cerca” a la familia, debido a que Nancy, mamá de Grecia y hermana de Silvina, falleció hace dos años.

“A Grecia le hablábamos de su bebé: le decíamos que la necesitaba y le pedíamos que salga adelante”, reveló Silvina.

La joven madre, “muy lentamente”, comenzó a evolucionar.

“Fueron cuatro meses muy difíciles porque no nos daban nada de esperanza para que ella siga con nosotros. Fue un milagro que los médicos hayan sabido qué hacer en ese momento para que ella salga adelante”, retribuyó su tía.

Luego de cuatro meses, Grecia y Luz se reencontraron.

“Gracias al esfuerzo conjunto del equipo médico y el apoyo incondicional de su familia, hoy celebramos su recuperación y el emotivo reencuentro con su bebé. Este logro representa no solo un triunfo médico, sino también un ejemplo del compromiso y dedicación de todos los profesionales de nuestro hospital”, destacaron desde el nosocomio.

Silvina, en cambio, sintetizó: “Poder hacer el reencuentro de una mamá con su hija es algo maravilloso”.

Grecia, quien por el momento no puede hablar como consecuencia de la reciente traqueotomía, mejora día a día.

Luz, quien nació con 1,330 kg vive en la casa de su abuelo y es mimada por toda su familia.

“Es un milagro de Dios”, concluyó Silvina.

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