Una veintena de comerciantes y productores forestales habrían obrado de cómplices en una estafa de casi $ 70 millones en perjuicio de un comerciante, hijo de un ex intendente, y ahora pidieron eximición de prisión, resueltos en evitar ser arrastrados tras la detención del encargado y de un “colaborador”.
El escándalo hizo eclosión el viernes 22 de noviembre, tras salir a la luz un millonario “afer” en perjuicio del comercio de Eduardo “Tete” Castillo, con residencia en Monte Quemado, Copo.
Fueron detenidos el encargado, Carlos “Tuchi” Navarro (37) y Carlos Alberto Flores, a quienes el fiscal, Gabriel Gómez, proyecta indagar el lunes o martes venideros. Flores trabajaba en Villa Matoque curiosamente también con un negocio de repuestos de motos. Para el damnificado, durante meses se habría “estoqueado” con su mercadería.
Una alta fuente señaló que todo se precipitó dos semanas atrás. “Tete” compró 100 espadas de motosierras, cuyo valor individual oscila entre $ 120.000 y $ 130.000. Ahora, descubrió que solo le quedaban apenas 30. Sin embargo, la caja registradora lucía “flaca”.
Desconcertado, “Tete” verificó en las cámaras de seguridad y descubrió que su encargado realizaba múltiples ventas, pero no cobraba, tampoco lo cargaba en la ficha de los fiados. Refrendada la denuncia, se habría develado que los pagos emergentes iban a parar a la “billetera virtual” de Navarro, trascendió de la investigación. También habrían declarado ya vecinos que el encargado vendía repuestos, en especial de motos, en el barrio en el que reside.
Los “marcados”
El amplio espectro de operaciones en negro habría beneficiado a gente de dinero. Por ejemplo, comerciantes y productores forestales (dueños de aserraderos).
Éstos, habrían transmitido su propósito de pagar las cuentas en negro entabladas con el encargado, casi en consonancia con la estrategia del fiscal, quien no descartaría imputar al dúo preso por “asociación ilícita”, ya que tendría una decena de candidatos por imputar.
Como sea, también varios abogados ya habrían elevado eximiciones de prisión, a fin de despejar del horizonte copeño cualquier fantasma de detención.
Fuente: El Liberal